España es uno de los países con
mayor índice de fracaso escolar de Europa, y ante los numerosos estudios que lo
demuestran, en mi opinión, echo en falta una búsqueda más amplia de los motivos
que llevan a los chavales a dejar el instituto o a dejar de lado ciertas
asignaturas, a pesar de continuar estudiando hasta que tengan la edad para
poder marcharse.
Observando los casos de fracaso
escolar en ámbitos sociales y económicos bajos, remarcamos la existencia de los
centros especializados en formaciones profesionales básicas, que lejos de ser
una opción en desuso y poco práctica, ayuda a muchos chavales a encontrar una
profesión y una motivación práctica para su futuro, evitando así que se vean
arrastrados socialmente y acaben en una situación complicada.
En este caso, hemos escogido un
documental basado en una fundación que trabaja con jóvenes en riesgo de
exclusión para que consigan desarrollar un oficio y así conseguir trabajo: la
Fundación Tomillo, en Madrid. Aquí tenéis en enlace de su página web para
echarle un vistazo:
Pues bien, aunque lo hemos
visto en numerosas series y películas, la integración social de chavales en
riesgo es una tarea compleja desde las aulas. En este documental emitido en TVE
podemos hacernos una ligera idea del día a día en estos centros. También os
dejo el enlace, para que podáis opinar:
El docente es el principal
encargado de abrir un mundo de posibilidades y descubrimiento a través de la
educación, pero todo proceso educativo, conlleva tener en cuenta determinados
instrumentos.
Las funciones del docente, incluidas
en el BOE, son una serie de comportamientos reflejados por escrito que
incluyen, por ejemplo, la orientación académica, la contribución al clima de
respeto en las aulas o la atención integral al alumnado. Para este tipo de
centros o asociaciones, a mi modo de ver, hay algunas funciones con más
relevancia que otras, ya que el personal docente tiene que amoldarse a este
tipo concreto de alumnado.
Partiendo de que la integración
social y la eliminación de las barreras son la principal finalidad, promover un
clima de calma y respeto es muy importante para su futura vida laboral. Algunos
de estos chavales vienen de entornos conflictivos y tienden a relacionarse con
su entorno de una manera impositiva, incluso violenta. La otra cara de la misma
moneda sería la atención integral de los alumnos, ya que no sólo sirve que
acudan a clase o que se les proporcionen unas prácticas, sino que es necesario
que participen en ellas, que se les ayude a buscar el camino por el que quieren
ir, sin sentirlo como una obligación, ya que ahí volveríamos al mismo punto de
partida, que sería el abandono.
Muy importante dentro de este aspecto es la
orientación personal de cada uno de ellos, reforzándolo con horas de tutorías
individuales donde ellos puedan expresarse y comentar si están conformes con lo
que están haciendo, y aprovechar para motivar sus progresos y sus éxitos.
Así pues, ¿sería beneficioso
ampliar las funciones docentes en este tipo de centros donde la orientación y
la administración de los alumnos es el punto más importante para garantizarles
un futuro? O, por el contrario, ¿las funciones que indica el BOE para un
docente son suficientes y podemos aplicarlas de la misma manera que se haría en
un centro convencional?
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