Una de mis películas favoritas es sin duda
"La lengua de las mariposas", y en especial un discurso sobre la libertad, y con ella el descubrimiento del mundo por sí
mismos, que da el profesor, con un sutil mensaje político escondido en su
interior
Así caemos en la cuenta de que la figura del profesor
influye en los alumnos incluso mucho más de lo que ellos mismos piensan. Como
figura de autoridad, y como comentábamos en post anteriores, la familia y el
tutor tienen que cooperar y unir sus fuerzas para educar a los chavales. Pero,
¿qué pasa cuando la familia apoya unos ideales, y en la escuela se promulgan
otros?
Discordia.
Lucha de poder.
Recelos.
Y en el peor de los casos, o en regímenes políticos
autoritarios y épocas de crispaciones sociales, consecuencias mucho peores.
¿Cuántas veces hemos oído a algún niño hablar de su
profesor/a de una forma casi idílica, enamoradiza…? ¿En cuántas ocasiones algún
niño ha defendido a capa y espada una idea porque “lo ha dicho el/la profe”?
De aquí, la única moraleja que podemos sacar es que cada
profesor es un mundo, pero en general la mayoría de ellos nos influyen en algo,
sea en la manera de pensar, de ver las cosas o para saber a qué nos vamos a
dedicar, en el mejor de los casos. Y como no todo es agradable, todos podemos
citar algún caso en los que algún profesor/a ha tirado por tierra una idea, una
ilusión o un proyecto.
Vemos entonces el poder que tenemos en nuestras manos.
Saber cómo queremos utilizarlo es sólo cosa nuestra.
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